Para el Real Madrid de baloncesto ha sido un año frío; la falta de títulos y la decepción creada tras las expectativas de la temporada 07/08 nos deja un balance sin pena ni gloria.
Del exitoso liderazgo en la pasada Liga regular pasamos a las decepciones por la eliminación en la segunda fase de la Euroliga y en los cuartos de final de los play off ante el Unicaja.
El proyecto está herido, con el daño hecho por el fiasco provocado por el fichaje de Papadopoulos, y el Madrid se mueve en un terreno irregular, mientras que los aficionados pasan de la euforia a la más profunda desilusión. El Madrid dio una lección de grandiosidad en Moscú, ante el todopoderoso CSKA, y una semana después, hizo que nos avergonzásemos tras ser apalizado por el Barcelona en el Palau Blaugrana. Ahora estamos en una fase ilusionantes tras otra nueva victoria y la llegada de Van der Spiegel ¿qué tocará la próxima semana?
Si de verdad queremos garantías de que nuestro equipo se codee regularmente con los más grandes de Europa habrá que empezar a confeccionar un proyecto sólido para la temporada 09/00. Durante esta campaña esperamos que el orgullo de ciertos jugadores nos de alguna agradable sorpresa, como ocurrió en los anteriores títulos de Liga (2007 y 2005).
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