miércoles, 10 de diciembre de 2008

INCÓGNITAS

El Real Madrid vive inmerso en una crisis galopante que exige reacciones fulminantes y, en parte, ha sido provocada por la directiva encabezada por Ramón Calderón. A la clara división social hay que añadir la situación del equipo de fútbol, motor propulsor del club, con una sucesión de hechos lamentables: plantilla mal confeccionada, despido de Schuster y Míchel y la situación de arrinconamiento en la que se encuentra el presidente, cada vez más acosado por la prensa y gran parte de la masa social. En la sección de baloncesto de momento hay calma, a la espera de los próximos resultados deportivos, sobre todo en Euroliga y Copa del Rey.

El futuro de Calderón es incierto y, por ello, el devenir de la sección de baloncesto también. No es cuestión de defender la irregular gestión de la actual junta directiva, pero al menos el dirigente palentino es aficionado al baloncesto y, dentro de unos límites, ha apostado con limitaciones por una sección histórica, que en algunas ocasiones ha corrido peligro.

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